martes, 16 de junio de 2009
La vida nocturna de los dominicanos vista por un fotografo Español
Murcia, España. La personalidad, la noche y el amor por la música y el baile de los dominicanos se reflejan en las sesenta imágenes que el fotógrafo español Juan Manuel Díaz Burgos expone desde hoy en la ciudad española de Murcia.En la muestra, titulada "Son", se mezclan los retratos en blanco y negro y el colorido de los hombres y mujeres caribeños.La exposición es producto del trabajo de varios años en los locales nocturnos de baile a los que no acceden "los turistas", sino los verdaderos conocedores de las entrañas de una capital como Santo Domingo.Díaz Burgos (Cartagena, 1951) explicó hoy, en la presentación de la muestra, que su amigo Ricardo Ramón, ex director del Centro Cultural de España en la ciudad caribeña, le llevó una noche al "Secreto Musical" un local del "caliente", por peligroso, barrio de "Villa Consuelo".Relató que le llamó la atención su luz de neón azul y los dominicanos, vestidos a la moda de los años 50 con traje y zapatos de charol ellos, y con gasas multicolores, ellas, que bailaban al ritmo del son, música de origen cubano con raíces africanas y españolas, del que el fotógrafo se considera devoto.En el local, Díaz Burgos quedó prendado de esa estética y de personas, en su mayoría "viejecitos", que vestían sus mejores galas y a pesar de su edad, mostraban una pasión común: beber un buen ron o la "mejor cerveza del mundo", y bailar a buen ritmo el son y otros ritmos caribeños.A pesar de la pobreza en la que viven, aparecen, como recién estrenadas, las gorras, los pantalones planchados con una raya indeleble, las lentejuelas, los vestidos a modo de segunda piel, los brillantes zapatos de charol, las uñas pintadas, los cuidados bigotes, y los cuerpos enlazados para bailar como sólo ellos saben.En quince días viajará a la República Dominicana, donde se reunirá con su amigo el fotógrafo mexicano Raúl Ortega, para terminar de forma conjunta el reportaje.
jueves, 21 de mayo de 2009
Melancolía
Y de pronto toda la melancolía
me tomó por los hombros como un viejo amigo
y un compasivo sol de domingo apuró su paso hacia mis ojos
cediéndome un infinito ocaso
para mis manos inesperadamente despojadas.
me tomó por los hombros como un viejo amigo
y un compasivo sol de domingo apuró su paso hacia mis ojos
cediéndome un infinito ocaso
para mis manos inesperadamente despojadas.
Y todas tus palabras eran ramitos de violetas
asomando blandamente en mi ventana
hilvanando uno a uno los recuerdos
de aquel tiempo del amor y del asombro
del corazón abierto sin reparos.
asomando blandamente en mi ventana
hilvanando uno a uno los recuerdos
de aquel tiempo del amor y del asombro
del corazón abierto sin reparos.
Aquel amor sin más metas que acariciar el día
con tal de tocarnos de algún modo
y atrevernos con todo a las distancias.
Ya ni sé cuantas veces me bebí cada letra
cada una de las palabras,
eran mariposas de luz insistiendo en lo oscuro
en este hoy de caminar a ciegas
sin un mapa que me indique como llegar
ahora que la ternura se te fue de las manos.
En esta senda inesperada de recorrer tu paso
sin encontrar ni puerto ni salidas
sin la menor idea de algún punto de encuentro
aunque sea por el gusto de encontrarnos
y transitarnos el corazón adentro
hasta encontrar una nostalgia que nos pertenezca
con tal de tocarnos de algún modo
y atrevernos con todo a las distancias.
Ya ni sé cuantas veces me bebí cada letra
cada una de las palabras,
eran mariposas de luz insistiendo en lo oscuro
en este hoy de caminar a ciegas
sin un mapa que me indique como llegar
ahora que la ternura se te fue de las manos.
En esta senda inesperada de recorrer tu paso
sin encontrar ni puerto ni salidas
sin la menor idea de algún punto de encuentro
aunque sea por el gusto de encontrarnos
y transitarnos el corazón adentro
hasta encontrar una nostalgia que nos pertenezca
Anita
miércoles, 20 de mayo de 2009
"Chau No. 3" de Mario Benedetti"
Te dejo con tu vida
tu trabajo tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro
te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono
estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos y mirándote.
"Poemas de otros" (1973-1974), de Mario Benedetti
tu trabajo tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro
te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono
estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos y mirándote.
"Poemas de otros" (1973-1974), de Mario Benedetti
Suscribirse a:
Entradas (Atom)