jueves, 21 de mayo de 2009

Melancolía


Y de pronto toda la melancolía
me tomó por los hombros como un viejo amigo
y un compasivo sol de domingo apuró su paso hacia mis ojos
cediéndome un infinito ocaso
para mis manos inesperadamente despojadas.

Y todas tus palabras eran ramitos de violetas
asomando blandamente en mi ventana
hilvanando uno a uno los recuerdos
de aquel tiempo del amor y del asombro
del corazón abierto sin reparos.

Aquel amor sin más metas que acariciar el día
con tal de tocarnos de algún modo
y atrevernos con todo a las distancias.

Ya ni sé cuantas veces me bebí cada letra
cada una de las palabras,
eran mariposas de luz insistiendo en lo oscuro
en este hoy de caminar a ciegas
sin un mapa que me indique como llegar
ahora que la ternura se te fue de las manos.

En esta senda inesperada de recorrer tu paso
sin encontrar ni puerto ni salidas
sin la menor idea de algún punto de encuentro
aunque sea por el gusto de encontrarnos
y transitarnos el corazón adentro
hasta encontrar una nostalgia que nos pertenezca


Anita

No hay comentarios:

Publicar un comentario